Empresas.

Gestionar una empresa supone una gran exigencia para el propietario. Esto se debe a que una empresa es un organismo dinámico que requiere tomar decisiones y revisar las estructuras existentes de forma continuada.

En este sentido, un empresario no solo debe tener en cuenta los puntos de vista estrictamente empresariales, sino también los aspectos jurídicos. Para evitar errores graves, necesita un asesoramiento competente:

  •     Las primeras preguntas surgen en el momento de la creación de la empresa.
  •     Esas preguntas continúan con la gestión de la empresa.
  •     Y, finalmente, para garantizar la continuidad de la empresa, se debe planificar la sucesión empresarial.

Gracias a su experiencia a la hora de atender las preguntas que surgen en estos contextos, el notario puede ser una ayuda fiable. 

Volver