Matrimonio, pareja y familia.

La fundamentación de una convivencia, matrimonial o no matrimonial, es posiblemente una de las decisiones más importantes de su vida.
Los miembros de la pareja están dispuestos a compartir el futuro. Para la vida en común, la ley ofrece en primera línea la figura del matrimonio. Las parejas homosexuales tiene a su disposición la unión civil registrada. Parlelamente, existe un número creciente de las denominadas parejas de hecho.

La convivencia plantea muchas cuestiones que se deben tener en cuenta, como por ejemplo:

  • Qué sucede con el patrimonio individual y con el patrimonio conjunto?
  • El patrimonio (p. ej., inmuebles) se debe adquirir de forma conjunta o individual, y qué consecuencias fiscales se derivan en cada caso?
  • Respondo de las deudas de mi pareja?
  • Estoy asegurado cuando sea tenga edad avanzada?
  • Me corresponden bajas por enfermedad e incapacidad laboral o debo esperar recibir esos derechos de mi pareja?
  • Qué derechos y obligaciones tengo respecto de los hijos conjuntos?
  • Qué sucede en caso de separación?
  • Qué derechos me asisten en caso de defunción?
  • Qué se aplica en el caso de un “matrimonio internacional”?

Las respuestas a estas preguntas pueden ser muy diferentes en función de si la pareja ha contraído matrimonio, ha celebrado una unión civil o está registrada como pareja de hecho. No obstante, la ley ofrece la posibilidad de celebrar acuerdos individuales y elegir la regulación que mejor se ajuste a cada caso.

El requisito para ello es tener un buen conocimiento de la situación legal. En tanto que asesor independiente, el notario puede facilitar estos conocimientos y proponer un contrato razonable y equilibrado. El notario ayuda a la pareja a encontrar una figura jurídica personalizada que se corresponda con su situación vital personal.

El notario también es el interlocutor adecuado en materia de relación entre padres e hijos, incluidas cuestiones relativas a la adopción.

Volver