En su ejercicio de una función pública, el notario actúa en todo el territorio como administración de justicia con carácter preventivo. Mediante su función de orientación y asesoramiento, el notario ayuda en muchos aspectos a prevenir los conflictos o a resolver un conflicto ya surgido mediante una solución consensuada.
También en esos casos donde no es posible llegar a un acuerdo, gracias a su posición independiente e imparcial, así como a sus conocimientos específicos, el notario también puede resolver un conflicto como árbitro. En la mayoría de casos, la intervención del notario permite evitar litigios largos y costosos en los tribunales.

La intervención del notario como asesor profesional en el marco de la celebración de un contrato incluso permite evitar que se produzcan conflictos entre las diferentes partes implicadas en un contrato. Esto es aplicable tanto al asesoramiento por parte del notario, la elaboración de borradores, la propia celebración del contrato (escrituración) como la ejecución del contrato. En todas estas fases, a diferencia del abogado, el notario se debe a los intereses de ambas partes.

Gracias a su posición jurídica como asesor independiente e imparcial de las partes, el notario busca el equilibrio de los intereses de todas las partes contractuales. Las obligaciones legales de información, comprobación e instrucción, así como las formalidades prescritas en virtud de la Ley alemana de escrituración, contribuyen a que las preguntas y los problemas pendientes se puedan aclarar con antelación y en relación con la conclusión del contrato. El documento notarial se formula de forma clara, incuestionable y sin puntos pendientes. En tanto que documento público, constituye la prueba plena de la operación escriturada y, como instrumento de ejecución, evita el paso por los tribunales.

Tanto por su formación cualificada como por su obligación legal de escrituración de diferentes tipos contractuales, el notario adquiere conocimientos específicos en muchos ámbitos indispensables para un correcto asesoramiento. Por consiguiente, la posibilidad de que surjan conflictos posteriores es muy reducida en los contratos notariales.

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